Raul Bohrt (Raúl Böhrt) considera como su misión formar personas y desarrollar talentos; ha educado varias generaciones de psicólogos y otros profesionales enfocados en la gestión de los recursos humanos, reconoce que el factor humano es esencial para la competitividad de las instituciones y las organizaciones. Posee una indeclinable convicción de que las personas tienen el potencial para hacer la diferencia y que, debidamente cultivadas, facultadas y desafiadas, pueden volcar su compromiso, esfuerzo, talento e inteligencias para el beneficio de la sociedad. Cree firmemente que el comportamiento ético prevalecerá sobre las diversas formas de anomia, que el principio del bien común debe guiar el comportamiento individual y grupal. Practicante de los derechos civiles, del humanismo cristiano, sus convicciones se basan en las evidencias que proveen las ciencias de la conducta, evidencias generadas empleando metodologías de la investigación probadas.